viernes, 13 de agosto de 2010

CERO ENTRE UNOS - CAPÍTULO 001: CERO ES IGUAL A UNO



00 01 y al final 1.



La conciencia del robot paso a un nivel de absoluta individualidad. Desde aquel doloroso momento llegó a la conclusión, porque ahora sí podía tenerla, de que algo muy malo le había ocurrido al amo Robert.



El amo Robert, el pequeño humano cuyo nombre habían registrado en su sencilla base de datos para que atendiera a la gestión de sus actividades matinales. El amo Robert había pasado a la no existencia, dejando su cuerpo inerte en el proceso.



El robot ahora entendía de existencia porque, si bien siempre había existido, hasta aquel momento en el que la cortadora de césped había atacado no había sido consciente de su propia existencia.

En ese momento notó que el amo nunca había agradecido las funciones del robot. Siempre le había tratado de una manera incorrecta para un niño de educación media.



-00¡Los niños buenos ganan su puesto en el cielo!00 – dijo en voz alta.



Y así era. No por ello el robot dejaría de lamentar la ausencia del amo. Fue importante para él, por el tiempo en el que su único objetivo era preocuparse por el niño.



Decidió entonces empezar con un sencillo ejercicio de análisis de lo que había acontecido en el último periodo. Halló un punto de divergencia días antes del octavo cumpleaños del amo, cuando éste empezó a enfermar. La palabra “epidemia” en boca del doctor que compartía los síntomas, junto a los cansados padres. El día del cumpleaños con el cuerpo inerte del niño postrado en la cama. Por extrapolación supuso que los cuerpos de los padres descansarían en su propia habitación.



-00¡Dios espera en la puerta!00¡Abrázalo porque es tu padre el que ha ido a buscarte!00



Se dio cuenta de que estaba aplicando de manera aleatoria directivas educacionales destinadas al momento en el que el amo Robert alcanzara la edad mental necesaria para entender de religión. Se las aplicaría para si mismo y obtendría una conclusión lógica dentro de sus nuevas circunstancias.



Un año entero de putrefacción sin asistencia ceremonial. Dio para suponer que la población cercana al hogar había caído por la epidemia. Amplia extensión, muerte cerebral en no más de 48 horas hábiles.

Él, robot inocente, creyendo que su amo estaba enfermo cuando ya estaba muerto. Esperando instrucciones de programación y actualizaciones que no llegaban. Cantándole el “Cumpleaños Feliz” a un compuesto de carbono que seguía su inevitable curso de biodegradación.



Y un día, el primer ataque. No de la máquina cortacésped, eso fue después en el tiempo. El primer ataque de un oscuro robot, un ladrón de cabezas de niños que reptaba por las paredes como si de una araña se tratara. Una copia humanoide de chatarra oxidada cuyos sensores oculares refulgían de un rojo muy vivo.



Si hubiera dispuesto en ese momento de sistema motriz habría podido impedir la separación.



-00La cabeza debe ir sobre los hombros00¡Sí señor!00Sobre los hombros…00



Un golpe del malvado robot secuestrador le hizo caer al suelo sin tener medios para reintegrar su unidad al equilibrio.



Más días pasan y la máquina cortacésped irrumpe en el cuarto del amo Robert. Era una máquina de última generación con operativa a distancia, capaz de gestionar sus funciones en el jardín de manera independiente. Conclusión, a falta de una orden humana imperante la máquina buscó a los amos y en su defecto al pequeño.



No, conclusión errónea. La maquina estaba ejecutando una directiva nueva.



-00¡Reproducción!00



En efecto, la maquina había procesado un nuevo algoritmo básico de supervivencia. El objetivo de la máquina cortacésped era el payaso Joe y la forma de supervivencia, la reproducción entre seres de inteligencia artificial, era la combinación de recursos de manera hostil.



Dos seres en peligro que se fusionan en un solo ser sinérgico superior.



En eso se había convertido, en la mezcolanza de un despertador y una máquina cortacésped. Pero, sin embargo, el payaso Joe había prevalecido.



-00¡Madre cortacésped!00- porque sí que lo era – 00En tu bendita ignorancia de máquina me has dado los medios para seguir con mi análisis.00



El afilado mecanismo cortador era ahora su sistema motriz, unido de manera práctica a sus circuitos de inteligencia didáctica. Era un ser con movilidad propia, podría desplazarse y alcanzar al robot robacabezas. Reintegrar la dignidad al pobrecito amo.



-00Y enterrar sus restos como hacen las buenas gentes de bien00



Así hizo con el amo Robert Sr. y el ama Clarice. Con sus nuevos apliques de excavación pudo enterrarlos en el descuidado jardín. Tuvo un impulso de arreglar todo el terreno, incluso un segundo imperativo de enterrar los cuerpos vacíos de vecinos que seguramente esperaban en modo horizontal. Pero ya no se regía por directivas binarias ni por códigos lógicos.



En su “nacimiento” como nuevo Payaso Joe decidió que debía recuperar la cabeza de su amo. Su misión era ética, acaso moral. Pero no estaba seguro de que cumpliera con las condiciones estándar para una misión de rescate.



No, para estar seguro debía acudir por su propio pie a la central. El servicio técnico de Pradom Electronics disponía de un centro de información superior a su Base de Datos. Iría primero ahí para luego, al 100 % de capacidad ejecutiva, buscar al malvado robot.



Y en todas las cosas, no solo en los humanos muertos, el peligro, la epidemia que también afectaba a las máquinas y que las programaba para que se reprodujeran a fin de evitar la desconexión.



-00¡La oxidación final!00




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